16 de julio de 2013

ESTE VERANO, DESCANSO ACTIVO

Artículo de Juan Mora, publicado en la revista Corricolari, relativo a la forma de encauzar el verano para nuestra preparación de cara a la temporada que arranca en el otoño.
EJERCICIO FÍSICO (CORRER, ANDAR, NADAR) COMO ENTRETENIMIENTO, NO COMO ENTRENAMIENTO
Las vacaciones suelen ser un problema o una ventaja para hacer deporte. Problema, porque no hay ganas para hacer nada, sino descansar; ventaja, porque tenemos todo el tiempo del mundo para hacer lo que queramos, por ejemplo, deporte. Pues no hay duda. Si elegimos lo segundo, lograremos lo primero. Nada como el ejercicio físico para descansar mejor.
Las vacaciones suelen ser un problema o una ventaja para hacer deporte. Problema, porque no hay ganas para hacer nada, sino descansar; ventaja, porque tenemos todo el tiempo del mundo para hacer lo que queramos, por ejemplo, deporte. Pues no hay duda. Si elegimos lo segundo, lograremos lo primero. Nada como el ejercicio físico para descansar mejor.
No hablo de hacer un ejercicio físico exhaustivo. No porque tengamos más tiempo vamos a realizar sesiones exageradas. Se trata de hacer algo de ejercicio, tampoco es necesario mucho, pero eso sí, variado y con un mínimo de disciplina, porque de lo contrario acabaremos por no hacer nada. Vamos a descansar estas vacaciones, por supuesto, pero con eso que se llama descanso activo.
Descanso activo lo hacen la inmensa mayoría de los deportistas de élite. Descanso activo significa hacer algo de ejercicio los días de descanso. Por ejemplo, un trote de treinta minutos, acompañado de unos estiramientos y ejercicios de flexibilidad; una marcha de una hora a ritmo rápido; nadar, jugar a algo para romper a sudar, etc. Actividades, en suma, para dar al organismo su dosis diaria de ejercicio. No es un en­trenamiento, sino un entretenimiento.



Practicar este tipo de deporte en las va­caciones nos saca del aburrimiento y la rutina de no hacer nada, mejora nuestra condición física, nos impide ganar esos kilos de más y nos hace descansar mejor. No sólo por la noche, sino que nos ayudará a echar esa siestecita que en verano sienta tan bien.
¿Y qué tipo de deportes o actividades? Cualquiera. Comenzaremos por lo nuestro: correr. Si no estamos preparando ningún maratón es absurdo someternos a un rígido plan de entrenamiento. Como ya digo, hay que buscar el entretenimiento, es decir, el sentirnos sobre todo bien. Media hora de trote nos basta. Trote por la playa, por un bosque, por unos cami­nos. Todo aquello que sea novedoso nos ayudará. Y si después de esa media horita tenemos al lado el mar o una piscina, mejor que mejor. Aunque solo sea mojar las piernas nos sentiremos en la gloria. Y nuestras piernas no veas cómo lo agradecerán. Será como recibir el mejor de los masajes.
Dicho esto, esa media hora de trote se puede cam­biar por una hora de marcha. Si es rapidilla, mejor. Que rompamos a sudar. Y después, igualmente, al agua si podemos.
Y ya que estamos en el agua podemos cambiar el trote o la marcha por la natación. La natación es, por cierto, la gran desconocida para ponernos en forma. Un mínimo de media hora de natación con cierta regularidad nos asegura una muy considerable mejora en nuestra capacidad aeróbica, lo cual nos viene también muy bien para la carrera.
La natación tiene, además, la gran ventaja de que mejora la resistencia sin golpear articulaciones, provocar contracturas musculares ni presionar la estructura ósea. Nadar es una actividad que no causa lesiones, al contrario, alivia ciertos problemas y facilita el sueño porque se practica en deuda de oxígeno. Eso sí, hay modalidades en la natación como es la braza que está contraindicada para algunas lesiones de espalda. Eso debe advertirlo el médico o el fisio, y en caso de duda, mejor evitar la braza.
Ahora viene la gran pregunta: ¿y cómo nadar? De métodos y entrenamientos para correr hay bibliotecas enteras; para nadar, son escasos. Para nadar, sobre todo, a nivel popular. Pues como la natación se practica en un medio extraño, cada individuo tiene un distinto nivel de adaptación y tolerancia. Sobre todo al inicio. Al no poderse generalizar, cada uno debe encontrar su distancia y su ritmo. Un ritmo que permita fluir la respiración durante al menos tres minutos; cinco mejor, porque así ira mas despacio y tendrá mayores garantías de no pararse para poder respirar. Una vez conseguido esto ya no queda más que hacer series cortas y lentas durante media hora de la duración que uno se crea capaz.
Y para no pasarnos, no mezclar carrera con natación. Una cosa es refrescarse después de media hora de carrera, y otra es añadir a esa media hora otra de natación. Mejor un dia una cosa y otro, otra. En vacaciones no hemos de incurrir en cansancios ni en sesiones exhaustivas porque nos llevaran a dejarlas. Lo mejor es siempre quedarse con ganas de más.
Hay también otras actividades que son interesantes para mezclar con la carrera y la natación, aunque estas deben seguir siendo las principales. Las vacaciones son un buen momento para, por ejemplo, tomar contacto con el golf. Llegar a completar un recorrido es plenamente satisfactorio y garantiza un completo ejercicio físico, pues se ejercitan grupos musculares que en cualquier otro deporte permanecen más inactivos.
Eso si, como sucede con la braza en la natación, aquellas personas con problemas en la espalda han de consultar a un especialista antes de coger los palos.
Lo bueno del golf es que asegura, en el caso de los principiantes, una actividad continuada, pues se trata de un deporte donde se mejora muy rápidamente (imprescindible tener profesor) y uno quiere saber donde se encuentran sus límites.
Aparte del golf, la actividad física del verano puede y debe alternarse con cualquier otro deporte de juego, tipo fútbol, baloncesto, tenis, voley-playa, etc., sabiendo que el que mas complicaciones nos puede traer es el fútbol, no ya por los fuertes contactos que inevitablemente se producen en cada choque, sino porque el simple golpeo del balón nos hará tener resentidos los cuadriceps a las pocas horas. Por eso, mejor siempre el fútbol-sala que el fútbol en campo grande.
El ejercicio diario nos garantiza un verano en plena forma física, mas entretenido y, curiosamente, mas descansado ya que descansaremos mejor. Y todos sabemos que no hay nada más cansado que el aburrimiento.
Una ligera disciplina cada mañana para el ejercicio diario y nuestro cuerpo lo agradecerá. Y no olvidemos recompensarlo con abundante agua. Es verano, hace calor, también puede haber mucha humedad y la deshidratación es muy mala. Si bebemos antes de que lleguemos a tener sed, las necesidades estarán cubiertas. Y, ojo, nadando también se pierde mucho liquido.
Nada mas terminar hay que reponerlo. En eso seamos generosos. ¡Feliz verano! 

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