En esta entrada os dejamos el artículo - homenaje, relativo a nuestro amigo y compañero, tristemente desaparecido, VALERIANO LOMBARDIA ANDRES, que se nos ha permitido publicar en La Gaceta del Arañuelo del mes de septiembre de 2014.
 |
En el Maratón de Madrid 2011 |
Intentar escribir unas
líneas sobre un amigo, sobre un compañero, que nos deja, que se marcha, se hace
difícil, terriblemente difícil. Y es que ese lápiz que marca el trazo indeleble
de la vida, rompió su mina el pasado día dieciocho de agosto, justo cuando la
noche caía, y decidió que una vida, que una historia, que una gran persona
debía dejar la presencia terrenal. Porque esa noche, cálida de agosto, la vida
y la muerte se encontraron en un frío, en un gélido, abrazo, y se apagó, a la
edad de 67 años, la luz, la llama, de Valeriano Lombardía Andrés, quien fuera
uno de los miembros fundadores del Club Deportivo Navalmaraton, y su socio
número 1, donde ejerció como presidente desde su creación, en el año 2002,
hasta que en el año 2010 dio el relevo a su amigo y compañero de batallas
atléticas Antonio Serradilla.
Hace unos
días, horas, le vimos, estaba animado, se veía a ese hombre inquieto, deseando
vivir, y anoche recibes una llamada para decirte que todo se ha acabado. Ha
sido un mazazo, un golpe, sin duda alguna, del que uno tardará en reponerse. Valeriano se nos ha ido,
y lo ha hecho igual que lo era en su vida, tranquilo y sereno, en silencio, sin
llamar la atención. Aunque se conocía el alcance de su enfermedad, todos los
que nos considerábamos sus amigos, confiábamos en su capacidad de lucha, en la
esperanza de que aquello que parecía imposible se convirtiese en posible, pero
la realidad nos ha sacudido con toda su fuerza, y nos ha privado de su
presencia para siempre.
 |
Medio Maratón Valdehuncar - Navalmoral 2011 |
Vale era salmantino de
nacimiento, pero, sin embargo, se sentía moralo de los pies a la cabeza, porque
desde muy niño vivió aquí. Aparte de su afición atlética, ejerció, con
honorabilidad y profesionalidad, la digna y, muchas veces, incomprendida,
profesión de maestro de escuela, guiando por la vida a sus alumnos. La impronta
de su magisterio la dejó en varios lugares, finalizando en la vecina localidad
de Rosalejo, siempre dejando grandes recuerdos, grandes amigos, y personas que
al conocer su falta, sin duda alguna, no podrán reprimir una lágrima, como así
nos ocurre a aquellos que le conocimos tan de cerca.