El pasado domingo día 16 de junio se celebró la tradicional fiesta fin de temporada del Club Deportivo Navalmaraton, que, como siempre, tuvo su prolegómeno con la marcha de convivencia, que se realizó por los alrededores de la localidad morala, sobre un recorrido de unos veinticuatro kilómetros. Participaron en la misma una veintena de miembros del club, que se tomaron su tiempo para realizar el camino, con vehículos de apoyo, animación musical y diversas paradas para realizar avituallamientos y otros menesteres. Los encargados de llevar los vehículos fueron el siempre dispuesto JOSE MIGUEL NAVA, y el compañero VALERIANO LOMBARDÍA, que fastidiado de la espalda no pudo correr, pero no nos quiso dejar solos, no fuese a ser que nos perdiéramos. Y como apoyo y ayuda el amigo SERGIO, que dio más lustre a la jornada.
La mañana, calurosa, y con el sol pegando en lo alto, se pasó bien, ya que con la salida a hora temprana, evitamos las horas de más calor. El recorrido inició por el Camino de las Betillas, accediendo al Cordel y de ahí al camino de la Piscina.
Desde ese camino, y tras un breve paso por el Polígono Industrial nos adentramos en la Dehesa Boyal de Navalmoral, por su camino principal, haciendo el primer receso en la Casa Matadero, para avituallarnos y descansar un poco. En este punto, las dos féminas que nos acompañaban, Mariví y Ludi, pusieron pie en tierra y se incorporaron a la caravana pedestre, avanzando por el camino, hasta llegar al final, dejando los restos de la Encina Grande a la derecha
De ahí nos incorporamos a la Finca El Peazo, donde había árboles desconocidos para nosotros, con hojas de gran tamaño, que contorneaban el camino. En un momento determinado, el camino se corta en la puerta de una finca, y nos obliga a rodearla, con una propina de mil quinientos metros más que si la hubiésemos atravesado. Tras toda esta vuelta y con los kilómetros ya acumulados, paramos a hacer un nuevo descanso, y ahí aparecen los avituallamientos sólidos (plátanos, gominolas, ...), que la gente come frugalmente.
Ahora ya, en el Espadañal, vamos por su camino, entre encinas, alcornoques, y una buena senda para correr, y tras salir de una puerta, paramos junto a una casa, donde hacemos el penúltimo avituallamiento y aprovechamos para hacernos unas cuantas fotos. Seguimos, atravesando el pinar, que evita que el sol castigue la tierra, apareciendo en el Cordel, y llegada por el camino de las Betillas, al final del recorrido.
Todos aquellos que realizaron esta marcha por primera vez, disfrutaron del recorrido y de la compañía de los socios, prometiendo volver a repetir.
Pero este solo es el primer acto de la jornada, ya que, después a eso de las 13'30 horas celebramos la Asamblea General del Club, de cara a planificar todos los aspectos, tanto económicos como deportivos de la próxima temporada, la cual se desarrolló en armonía y sin contratiempos.
Y ya, para las 14'30 horas, con la compañía de nuestras parejas e hijos, celebramos la tradicional comida de convivencia, que este año tuvo lugar en el Restaurante "LOS APEROS", donde un total de 63 personas dimos cuenta de los platos que nos pusieron en las mesas. Después, entrega del tradicional premio Navalmaraton, que este año celebraba su sexta edición, y que recayó en un veterano de lujo, D. MANUEL JABONERO BLANCO, al que se le hizo entrega del ya habitual diploma y un obsequio de recuerdo.
Después, sorteo de regalos entre todos los asistentes, habiendo para todos, y ya, a eso de las 19'00 horas, los más rezagados, abandonaron las instalaciones del restaurante, para irse a su casa, y dar por finiquitada la jornada, esperando ya la próxima edición.
En este enlace, os damos paso a las fotografías que, por ahora, tenemos de esta jornada.
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