MARATON DE OPORTO

Hasta tierras portuguesas, concretamente a la ciudad de Oporto, se dirigieron las huestes navalmaratonianas el pasado fin de semana, para intentar dejar el pabellon del club bien alto, y a fe que lo consiguieron. Seis corredores, seis, de este insigne club, iniciaron el viaje hacia la desembocadura del Duero el viernes, después de plegar en sus respectivos puestos de trabajo.

Tras un accidentado viaje, que bien merece una historia aparte, arribaron sanos y salvos en la ciudad del vino verde los miembros y las miembras de este colectivo.

El objetivo: la 8ª Edición de la Maratona do Porto, que iba a tener lugar el domingo por la mañana. Y como es tradicional en tierras lusas, a la par se disputaba una prueba con menos kilometraje, llamada Family Race, para que pudieramos participar aquellos que por un motivo u otro no haciamos la prueba reina.

El sábado, por la mañana, tras un periplo de callejuelas y bajadas, llegamos al lugar de entrega de dorsales, situado en la Alfandega de Oporto. Cuando llegamos, una larga cola (fila, Concha), de personas esperando a recoger el dorsal, y su bolsa de obsequios.

Ante tamaña aglomeración, y usando de nuestros contactos, conseguimos acceder al Director de la carrera, quien en persona, y tras un efusivo abrazo, nos entregó los dorsales, sin tener que esperar tanto tiempo. Y es que, el que tiene padrino se bautiza. En la Feria del Corredor hicimos publicidad de nuestra prueba predilecta: La Media Maratón Valdehuncar-Navalmoral.

Luego, a hacer algo que sabemos hacer muy bien, el buen comer, muy cerca del hotel, y, después, algunos una siesta y otros a seguir viendo la ciudad, horas libres para los componentes, antes de la hora de la cena.

Después, a cenar, otra vez bien, muy bien, y todos a acostar que a la mañana siguiente tocaba el desafío que nos había traido hasta aquí.

Salimos a eso de las ocho horas portuguesas hacia la salida, y allí estaba el gentío, miles de personas, más de cuatro mil, esperando a la salida, calentamientos, estiramientos, fotos, así como saludos con otros compatriotras. También había suecos, finlandeses, belgas, italianos, y algún que otro portugués, y unos escuálidos personajes de color, a los que bailaban los pantalones de chandal. La mañana, soleada, sin aire, y algo fresca, ideal para una maratón.

Y empezó la carrera, y allí cada uno a lo suyo. El primero en acabar la carrera, fue FAUSTINO GARCIA CHAVES, más que nada porque hizo la Family Race, este año con un recorrido de 15,400 Km., en vez de los “oficiales” 14 que se recogían en el programa (y es que si hubiesen cogido la rueda), como así nos reconoció en persona Jorge Teixeira, director de la carrera. Y es que, aunque estando inscrito para la maratón, una lesion no totalmente recuperada le aconsejó hacer la prueba corta. Acabó en el puesto 90º, con un tiempo de 1:03:07.

Después, apareció por la línea de meta MARIA VICTORIA BRAVO GARCIA, que acabó en el puesto 1.703º, con un tiempo oficial de 1:35:39, y un tiempo neto de 1:32:43. Y, por último, FATIMA CORTIJO PORRAS, que llegó un poco después, con un tiempo de oficial de 1:37:20, y neto de 1:34:24, terminando en el puesto 1.760º. Acabaron esta prueba un total de 2.061 atletas. Faustino fue el primer español en cruzar la línea de meta.

Y ahora vamos a por la crónica del maratón. Como cabía esperar, ganaron los atletas africanos, siendo el vencedor PHILEMON BARAU, con un crono de 2:09:51, y después de él, tres segundos más tarde, llegó KENNEDY KWEMOI. El podio lo completó JOAS MUTAI, con una marca de 2:12:54. En esta carrera también se pudo comprobar como los atletas africanos, también sufren en esta prueba, porque alguno llegó totalmente desencajado, como uno de los favoritos, Alex Kirui, que acreditó en Cantalejo (Segovia), hacia tres semanas una marca de 1:03, cuando ganó la media de esta población. Además había sido el vencedor de la anterior edición de esta maratón, y acabó en esta en el puesto 14 de la carrera.

Tras varios corredores africanos, un rumano, y algún que otro portugués, apareció el primer español, que no fue otro que nuestro compañero JORGE CAMPOS PIZARRO, de este nuestro club, con un crono oficial de 2:31:37, en el puesto decimoséptimo, segundo de su categoría, mejorando su marca en la prueba de los 42 kilómetros.Y es que ha corrido con esta seis maratones, y en todas ha ido mejorando su marca, por lo que no sabemos cuál es aún su limite.

Y poco hubo que esperar, ocho corredores más, para que en el puesto 26º, luciendo la bandera de España en su entrada a meta, y un tiempo de 2:39:19, llegase JULIAN DEL MONTE PATON, siendo el segundo español, y conquistando la tercera plaza de su categoría. Y es que tras una primera parte de la carrera, en la que no se encontraba del todo bien, porque se levantó con algún problema de salud, se rehizo realizando una segunda media espectacular, adelantando varios corredores y acabando fenomenal. Es más, se permitió el lujo de coger la bandera, y dejar pasar a un corredor para entrar solo en la línea de meta.

Hubo que esperar un poco más, hasta las 4:01:31, para ver entrar al último de nuestros compañeros, RAUL MARTIN DOMINGUEZ, pero con más emoción que ninguno. Y es que Raúl iba perfecto, de cara a bajar de las 3:45 horas, pero su pie resbaló con un plátano en el kilómetro 25, y poco más tarde, un latigazo en su pierna derecha le dijo que algo había pasado. Esa lesión fue recrudeciéndose, por lo que tuvo que disminuir su ritmo. Aun así, peleó durante más de 15 kilómetros, sufrió, y consiguió la recompensa de cruzar la meta. En este caso, el puesto, 1.057º, y el tiempo, son los menos importantes, porque en estas circunstancias el hecho de terminarla es el mayor triunfo.

Decir que de todos los atletas inscritos en la prueba reina, más de dos mil, cruzaron la meta un total de 1.545 atletas.

Después, a celebrarlo con una buena comida, y viaje de regreso para casa, donde intercambiamos nuestras opiniones y emociones con respecto a lo vivido en este intenso fin de semana.

En resumen, un gran fin de semana deportivo, y gastronómico en el que varios socios de este club han participado. Y es que no hay mayor éxito que iniciar una carrera, y conseguir terminarla.